En Nueva Jersey, durante 10 años, Joey Gazelle (Paul Walker) ha llevado una doble vida: por una parte, como adorable padre de familia junto a su mujer Teresa (Vera Farmiga) y su hijo (Alex Neuberger). Por otra, como sicario de la banda italiana de los Perello. Sin embargo, cuando Joey, desobedeciendo las instrucciones de la banda, se niega a deshacerse del arma utilizada en el asesinato de un policía corrupto durante una operación fallida de venta de drogas, coloca involuntariamente a su familia en una situación peligrosa. Joey oculta en su sótano el arma, como prueba incriminatoria para utilizarla en el futuro como garantía contra sus jefes, pero el mejor amigo de su hijo, Oleg (Cameron Bright), la coge y la utiliza para herir a su cruel padrastro, Anzor (Karen Roden), la oveja negra adicta a las drogas de la mafia rusa de los Yugorsky, y luego se escabulle en la noche. Pasa poco tiempo antes de que comiencen a perseguirle los hombres de los Perello, los Yugorsky y el Rydell (Chazz Palminteri), un detective corrupto que está ansioso por aprovecharse de los desastrosos efectos potenciales que podría causar el arma perdida en la todavía débil alianza entre los clanes rivales Perello y Yugorsky. Mientras tanto Joey, también se implica en la búsqueda nocturna desesperada de Oleg, no solo para localizar al chico y al arma, sino también para salvar su propia vida y su credibilidad en las calles manteniendo en secreto la desaparición del arma a ambas familias.
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